domingo, 8 de marzo de 2020

No existe más camino que mis pasos
ni destino que mi reposo.
Ignorando que final me espera
ni donde reposará mi cuerpo yaciendo.
Mientras proseguir en la vida
dejando que sus efluvios me adornen
y surjan nuevas cicatrices.
Vivir a golpe de deseos
cumplidos o perdidos
cuando el camino se descubre caminando.
 

viernes, 1 de noviembre de 2019

No observas que tu huracan gritado, borra el mapa de tus deseos, dibujao en la arena de un desangelado desierto, que nos separa, quedando a cada lado de las rocas que las palabra empujan, como si luchásemos por una vida que se nos escapa. Una vida que permanece, a pesar nuestro, y nos arrastra, mientras queremos imponer nuestra razón, nuestra imagen idealizada, sin aceptar que quizás ya no debemos proseguir caminos juntos. Mas bien separarnos y distanciar nuestras amenzas, hasta que las armas se enfunden en el silencio.
No existe razón en lo que gritamos, en lo que callamos, en lo que hacemos, sólo es ya un ritual, un mecanismo repetido sin fin, hasta que la lucidez nos alumbre. 
Mientras somos muertos vivientes, que para existir necesitamos necesita este silencio de palabras expulsadas, este combate de heridas sin muertes, y así despertar de una insípida existencia, a través del dolor, que después relataremos, cual victimas que manipulan, atrayendo otras miradas, pero que no viven, salvo en el dolor.
Es hora de cerrar la boca, de silenciar el viento de nuestras gargantas, asumiendo la soledad, el tema real que jamás hablamos.

viernes, 18 de octubre de 2019


El Tiempo devora lo material, y con ello se marcha la imaginación del infante, quedando desprovisto de un refugio, por el que escapar de la cruda vida, la vida el la cual toca decidir que comer, que pan comprar, donde poder trabajar, los problemas noticiados del día, debatidos en tabernas de barrio, donde nos refugiamos del frío físico y vital, y a veces vemos el reflejo de nuestro espíritu en sus sucias baldosas, en el silencio mental, que apenas recoge el sonido de las conversaciones.
Ahí, entre los plieges de las arrugas, quedó retales de nuestra existencia, y pegados a su suela, los deseos frustrados, junto a los existos personales, dolores y alegrías, que fueron desdibujando el rostro, que apenas vemos por la mañana, llenos de prisas, ilusiones, trajines, que aveces nos olvidamos de mirarnos, de escucharnos, de recordar que deseabamos ser, allá en la escuela, y si nos hemos acercado.
Así vamos circulando, cual una cinta transportadora, por sus entrañas, inexorablemente, hasta que esta finalice su recorrido, que comenzamos a intuir cerca, aunque no lo expresemos, aunque lo ignoremos, y creamos ser jóvenes, eso sí con inicios de achaques. podremos pintarlos, igual que pintamos la carrocería del coche, podremos maquillarlo como el maquillaque de camuflaje del soldado, pero está ahí, y en las noches, o al cambio de tiempo nos recuerda su presencia, y con ello, en ocasiones, revisamos nuestra vida, añorando momentos, amores, instantes donde nos sentimos plenos, y secretamente nos preguntamos si volveremos a sentirnos así, si este mundo en el que vivimos, encaja con nuestro ser, sabiendo que ni del tiempo, ni del mundo podemos escapar, y tocara el atasco de la mañana, las colas de la compra, el disfrute de un día de turismo, la sonrisa de los hijos, que sostienen parte de nuestro edificio vital, y quienes no lo tienen se aferrará a algo, pues vivir se vuestra como un absurdo si no encontramos una razón para respirar cada segundo. 
Y esa verdad es tan desconcertante, que ni el dolor penetra, pues él tampoco tendría sentido, mas la vida es un gran absurdo, una broma que se fue de la mano, y tomo las rienda de su existencia, mientras nosostros únicamente podemos gestionar una mínima parte, y con ello tratar de ser feliz.

sábado, 12 de octubre de 2019

Cuanto silencio existe entre nuestras voces
ruido que en nada oculta la falta de inteligencia 
distrae de como nos derrumbamos con nuestras coces
huyendo de la ausencia.
Mas nada decimos entre los sonidos pronunciados
cuando sería mejor permanecer callados
eludiendo la condena de quedar atados
al hilo del vacío amamantado.
Y la distancia se muestra infranqueable
porque aunque nos juntemos
queda el silencio infamable
para que cuando decidamos nos quememos.
Quemarse de olvido
confusa verdad encerrada
sin saber ya donde quedó perdido
nuestro alma arañada.
Heridas finas por las que surge la rabia
gritando a rebelarse al odio dormido
cuando por hogar queda una habitación vacia
enciende la llama del ser dolorido.
Rendirse a la pobreza de una vida sin sentido
sin llenarse de vida
sabedor de caer rendido
en la tumba de mi muerte perdida.
Cuando por fin vea la luz brillante
ignorada a conciencia antes
por más que surgiera por delante
cegando los venideros instantes.
Ahí sabré que me libero
abrazaré la derrota que me encumbra
y ofreceré una historia, cual librero 
para quienes sienten que se derrumban.
Entraré en el silencio
lleno de vacios
perdido y derrotado
completaré a mi ser amado.

viernes, 11 de octubre de 2019

Abordar la vida en sus ritmos frenéticos, tras un periodo de pausa, de inactividad, de aburrimiento.
Los días que llegan son cascasdas de emociones y acciones, con la esperanza de arribar a buen puerto, y alcanzar tierra firme. Días de agotamiento, de llegar a la tarde cansado, esperando el reposo del guerrero, que batalló a lo largo del día. 
Batallas que retrasa el fruto de sus esfuerzos, y por ello se prosigue al siguiente día, esperando lograr lo deseado, mientras de actua sin descanso, sin aburrimiento, sin ser consciente del tiempo.
Confiar es el sustento de toda esta actividad 

martes, 8 de octubre de 2019

Mi voz

¿Donde quedó mi voz, que acariciaba sus palabras? se perdió por el transitar de la vida, ignoraba por los oídos que la expulsaban de sus puertas.
Perdida sin saber donde, por no atenderla como merecía, pues ella era la imagen de mi naturaleza, describiendo la esencia de mi mundo, y el sentir de mi cuerpo, mas la olvide, cuando mis labios sellaron trato con el silencio, que cerro a cal y canto mi boca, para caer muerto de ruidos, y perdido en el mundo.

martes, 21 de abril de 2015

Realidad reflejada

Los días estuvieron amenazados por dolores que acompañaban rencores, y frustraciones, negando la existencia de una verdad negada. los días amenazaban la cordura obviando las manos tendidas y apoyo ofrecido, ignorando la lejanía, así anduve por el inframundo, cuando aún el cielo amaparaba mi cabeza.
Hasta que el espejo de mi mirada, reflejó mi esencia, lo indestructible de mi vida. Se mostró lo que los trastos del abanadono ocultaban, mi deseo humano de vivir como terapeuta, de escribir en el aire, y pasear o leer en las tardes. Nada queda ya en los rincones de mi alma, nada me amarga, ni siquiera la escasez monetaria, ni siquiera el fin de amores.
Porque amé intensamente, porque encontré mi esperanza olvidada, porque me bañé en la compañía amiga, porque volví a soñar, y a pesar de que no pueda cumplirse, la muerte será dulce, el día de mañana.
Desprovisto de acumuladas pertencencias siento la liviandad que conduce a la paz interna, toda vez aceptado la vida tal cual se entrega. Y ante la imposivilidad de conocer el futuro, centro mi existencia en el presente, entreno mi mente para fijar su atención en cada instante. 
Queda el mañana, pasando por el hoy, habiendo transitado el infierno de los temores para alcanzar las puertas de mi personal paraiso.